El telar de cintura sobre el cual tejen las mujeres de Flor del Campo es ancestral y les permite una gran libertad de creación y el empleo de varias técnicas.
Amarrado a su cintura, las tejedoras dejan en cada pieza una sabiduría milenaria que sus rápidas y hábiles manos transforman en hermosas creaciones. Se suma a la precisión del telar un control riguroso a cada paso de la elaboración de los tejidos, lo que garantiza la mejor calidad.
Confeccionan lienzos angostos, de multicolores motivos, reflejo de la pasión, que incluso antes de iniciar su obra, han puesto en el hilado del algodón para luego urdirlo o teñirlo artesanalmente. Cada pieza es una obra de arte exclusiva, en donde reflejan su cultura y sus sentimientos.
Por su parte el telar de pedal, aparecido con la colonización, es utilizado por las mujeres de Flor del Campo solamente para algunos productos.
viernes, 18 de mayo de 2007
jueves, 3 de mayo de 2007
Una tarea reconocida
La voluntad, esperanza y los sueños que se encuentran en los ojos de las mujeres de la Asociación Flor del Campo cautivó a la UNESCO, por lo que fue incluida en el Programa Internacional de la UNESCO "Niñez en Riesgo" durante los años 2004 y 2005. Actualmente, el acompañamiento de la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura se encamina más a crear las capacidad para que la Asociación pueda caminar por su propio pie.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
Un esfuerzo local
En un lugar aislado, en la sierra del centro de Guatemala, familias luchan y se organizan para salir de la pobreza.
La Asociación Flor del Campo, ubicada en la aldea de Patzaj, municipio de San Juan Comalapa, nació en 1983 durante el conflicto armando interno por la iniciativa de un grupo de mujeres viudas a raíz de la crueldad de las acciones contrainsurgentes que se manifestó en su rostro más brutal a principio de los años '80.
Animada por la voluntad, la esperanza y sus sueños, las mujeres de Patzaj han creado un esfuerzo local para reducir los índices de pobreza y mejorar las condiciones de vida, sobre la base de un desarrollo sostenible particularmente a través de la atención particular en la educación de las niñas y los niños.
En las manos... la esperanza.
Las mujeres artesanas de la Asociación Flor del Campo han encontrado una oportunidad de trabajo en el arte del tejido maya, que han heredado, ancestralmente, al igual que de otros conocimientos milenarios como las propiedades curativas de las plantas y la elaboración de tintas naturales para teñir las diferentes fibras textiles.
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